Un ejemplo mas de como las historias o mejor las
invenciones de aquellos creadores y seguidores de cultos, religiones y
similares, pueden cambiar de un momento a otro sus mentiras. El máximo lider de
la religión católica Benedicto XVI en su libro " La infancia de
Jesús", pone en duda la certeza que se tenía del acompañamiento por
parte del burro, el buey y la estrella del nacimiento de su
salvador. Esto lo hace basado en los evangelios de Marcos y Lucas que citan que
Jesús nació en una cueva de animales pero que no se especifica cuáles. Esa
noticia tiene a mas de un seguidor un tanto disgustado.
Aquellos quienes acostrumbran a armar pesebre en
fin de año, no saben si colocar o no dichos animales o reemplazarlos tal vez
por murciélagos, osos, cabras, serpientes, etc sin cambiar el significado de
tal acto o sin ir a ofender a María al pobre José o a su adorado
querubín. Es más parece que faltó que aceptara que María no era virgen y que
José tenía mas cachos que que un cabro porque ahí si los fieles se irian
lanza en riste contra la locura total de su eminencia el santísimo papa.
¿Qué hacer entonces? dicen los creyentes, creer o
no creer, digo en las palabras de su eminencia, si lo obedecen iran en contra
de una tradición de toda una vida y de muchas generaciones que crecieron
creyendo ciegamente que el burro y el buey le dieron calor al bebé y además evocan
su ternura, si hacen caso omiso a dicha observación ponen en entredicho la
máxima autoridad católica que se supone tiene línea directa de comunicación con
el padre, el hijo, la madre, el espíritun santo las vírgenes y todos los
santos. Y si él lo pone en duda, es posible que alguito de razón tenga, por
algo es el papa y papa es papa, lo demás es yuca.
Si en el momento de decorar sus casas con los
pesebres colocaran murcielagos tal vez estarían recordando el nacimiento de
Batman, ese super héroe americano que le quitaría todos los créditos de
salvación y milagros a chuchito, y ni por el carajo van a desacreditarlo o a
quitarle sus superpoderes, a chuchito por supuesto, por que Batman si existe,
yo lo he visto y doy testimonio junto con miles de personas que hemos leído las
tiras cómicas y que hemos entrado a cine. Quitar al pobre burro y al buey sería
como desaparecer al batimóvil o al super mayordomo. Eso ni pensarlo, a
cada quien con su cada cual. Batman deja de ser batman si la bati cueva ya no
es bati cueva, por favor señor papa es mejor que deje los santos quietos, digo
los animalitos quietos, no se tire la navidad de los ingenuos que todavía le
comen cuento, no los amargue con tamañas herejías, mejor dicho no sea
bruto, de todas formas ya veo a mis vecinos metiendo al burro y al buey en la
casita del niño, dicen que sin ellos el pesebre no es pesebre y la navidad no
es navidad, señor papa no se le olvide que cambiar las tradiciones de un
momento a otro es un desatino total para aquellos que viven a expensas de la
ignorancia de los demás esa tarea déjesela a los incrédulos como yo.
Para los incrédulos como yo, María no pudo ser
virgen ni siquiera hipotéticamente, si José se comió el cuentico, simplemente
fué un pobre cabrón, ese niño con superpoderes no existió, los tales reyes
magos ni eran reyes ni mucho menos magos. Si hubo un nacimiento en un pesebre
los mas lógico es que hubiera animales como burros y bueyes, muy utilizados
para labores de campo.
Señor papa, mírele los atributos al burro, tan tierno, tan dulce, y el buey ni se diga, esos dos también tienen derecho a la foto, además pesebre que se respete los tiene, le dan mas firmesa al cuentico, y le dejan mas pesitos a los vendedores de ilusiones digo de pesebres, mire que el más baratico vale tan solo $5.000 pesitos pero sin burro y sin buey pasa a valer miserables $3.000. dejele algo al pueblo no sea envidioso.
En fin mejor me voy a seguir vendiendo burros y bueyes porque de algo toca vivir.
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ResponderEliminarY como estos, son muchos los mitos, leyendas y creencias que a lo largo de los siglos se le han ido adhiriendo a la tradición de recrear un supuesto momento único y feliz para la humanidad: el nacimiento del «salvador de esta curiosa y torpe especie».
ResponderEliminarEn todo caso, a mi parecer, poco importa si el papa dice esto o lo otro sobre los animales del pesebre: dentro de algunas décadas, y ante el embate inatajable que el comercio le ha dado a la tradición nórdica del árbol de navidad y el pintoresco y rechoncho personaje de traje rojo y largas barbas blancas, el pesebre será una reliquia que ya pocos adultos (niños hoy) recordarán de su niñez y entenderán del pesebre lo mismo que entienden hoy del árbol: ¡Nada!
En buena hora desaparecerá esa tradición decembrina de reunir una serie de muñequitos en torno a una yacija vacía y que pandereta en mano, rezos, responsos y novena de aguinaldos nos recuerdan todos esos milagros y hechos sobrenaturales que tanto gustan de meternos en la cabeza para conservar la tradición y tararnos desde tierna edad.
Algo que siempre me ha llamado la atención de estas falsarias historias evangélicas es que se esfuerzan por hacer ver que Jesús desciende en línea directa (por José, el padre putativo de nuestro superhéroe) del patriarca Abraham de los judíos o del rey David para así darle mayor peso a la descabellada fábula. Los evangelistas Lucas y Mateo se van en nombres raros mostrando que éste desciende de aquél y aquél del otro, hasta llegar a Jesús, pero ambos evangelistas coinciden que es por vía de José el carpintero y cachoneado por María con un paisano de nombre Espíritu y apellido Santo (tatara tatara tatara tatara tatara tarabuelo de nuestro señor presidente Juanma). Y por lógica se pregunta uno que es tarado: si el papá biológico (si cabe expresarlo así) de Chuchito fue el señor Espíritu Santo, ¿cómo carajos es que su prosapia podemos rastrearla hasta el primero de los hombres, Adán, según las creencias judías, o hasta el rey David o el viejito Abraham, si su descendencia con los años se materializó en José no en María ni el abuelito lejano de nuestro señor presidente?
¡Qué contasentido! Resulta entonces que el ADN de nuestro señor Jesucristo nada tiene que ver con el de Abraham ni con el de el rey David. ¡Qué estafada! ¡Me engañaron cuando era chiquito y no sabía nada de genes, locus, dominancia, codominancia, recesividad, mitosis, meiosis y demás monsergas con que me acosaron en mis clases de genética!
Razón tienen los curitas en encomiar la fe, la creencia ciega, en ensalzar la credulidad sin espacio para la duda, como manera de mantener a sus dóciles ovejas apartadas de buscarle lógica a las burdas afirmaciones que su libro sagrado les presentan. No de otra manera se las llegaría a creer.
Con todo, si el papa decidiera seguir ahondando en las incríbles afirmaciones evangélicas llegará el momento que tendrá que admitir que así como el burro, el buey, la estrella y los magos no existieron realmente, el mismísimo Jesús, si nos atenemos a lo que sugieren las evidencias históricas, tiene la misma probabilidad de haber existido como la tienen Zeus, Mitra, Bachué, Quetzalcóatl, Thor, Garfield y el Rey León. Es decir, tiene mayor probabilidad de NO haber existido jamás y ser la más grande mentira a que han inducido a creer a sus deslumbrados seguidores.
Cierto o no todo lo que relatan estos fabulistas, se le recuerda al autor de esta bitácora que no olvide comprar mi regalo de navidad como estímulo a mis participaciones futuras ;-)
Estimado Dr don Mauricio, con placer y alegría recibo sus comentarios por cierto muy complementarios a la idea principal que nos atañe. Agradeceré siempre su muy lúcida capacidad mental, traducida en palabras y oraciones plasmadas en este sitio, que de paso también es tuyo (jejejejeje) forever, hasta que un día le de la rabieta y me mande pa la mierda, suele suceder. Como estímulo a sus participaciones futuras ni mas faltaba, le adelanto que papito noel ya le tiene su negro grande y robusto como le gusta, con moño y todo para que se lo disfrute en la cena de navidad.
EliminarUn abrazo, jejejejejejeeeeeeeeee.