El pasado 28 de Agosto del
presente, los ciudadanos de Bogotá en cabeza de la asociación de ateos y
agnósticos, la casa de la mujer y grupos LGBTI manifestamos de manera pacífica pero enérgica la necesidad de que el señor
Ordonez no sea ternado y mucho menos
reelegido en el cargo de procurador general de la nación.
Esta solicitud no es gratuita ya
que dicho personaje se ha caracterizado por manifestar el favorecimiento a un
culto religioso al que pertenece olvidando que como servidor público no puede ni
debe hacerlo, esto va en clara contravía del ejercicio de la función pública.
Es un individuo que considera que la tortura y el sadismo son manifestaciones
de arte en la plaza de toros, desconoce por completo que estos otros animales
sienten dolor, angustia, rabia y que también son concientes de su propia
existencia, vive entonces alegrándose cuando ve correr la sangre por la arena, se
le olvidó que en el imperio romano quienes actuaban entonces eran los leones y
los cristianos. Es abiertamente
homofóbico y misógino pues no entiende que debe respetar el libre desarrollo de
la personalidad delos individuos con respecto a sus cuerpos y a sus mentes,
ataca a los grupos LGBTI considerándolos enfermos y va en contravía de la
sentencia de la corte constitucional en lo que respecta al aborto. De leguas se nota que este señor utiliza más
su sagrada biblia para gobernar que la misma constitución. Si esto es así, señor Ordoñez los ateos no le
podemos impedir que sea un creyente, allá usted, pero si estamos en la
obligación y en el ánimo de exigirle que si su fe es más fuerte que el carácter
democrático y respetuoso de todo servidor público para con el pueblo y la
constitución, entonces por favor absténgase de ejercer cargos públicos y ordénese
sacerdote si quiere y de paso nos hace un favor y sale feliz a predicar desde
un púlpito.
Los ateos estamos en la
obligación moral de predicar la buena nueva, “dios no existe, no se preocupe,
disfrute la vida.” Y lo hacemos bajo la premisa de hacer ver al ciego, oír al
sordo, caminar al inválido y no precisamente como milagros, más bien con el uso de las propiedades de nuestros
cerebros, observando, analizando y pensando de manera escéptica y racional. El
que no quiera oír o ver o caminar que no lo haga pues no le podemos ni queremos obligar, sería muy bueno si ud señor Ordoñez toma nota y sigue el buen ejemplo. Los dogmas no han sido y nunca serán
herramientas válidas para construir sociedades con principios morales que
permitan la sana convivencia entre todos aquellos que tenemos la fortuna de simplemente existir.
Un procurador con las características del señor Ordoñez no es garante para defender los derechos de los cuidadanos. Ah casi me olvido, si mal no estoy este señor precluyó las investigaciones contra el entonces coronel Santoyo hoy general vinculado a los paramilitares y narcotraficantes.
Bueno, ya nos lanzamos al ruedo,
esperamos seguir actuando de acuerdo a nuestros principios.
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