Respuesta a
posiciones retrógradas de la moral.
La palabra moral (derivada del
latin moralis) y la palabra ética ( del griego ethikos) se refieren al consenso
de costumbres y conductas dentro de un grupo social o a la tendencia para
comportarse de determinada forma. En el
tiempo han existido las aproximaciones filosóficas lógicos deductivas hacia la moral con el
objetivo de identificar los principios universales que pueden guiar la conducta
humana. Actualmente ha surgido la aproximación
científica a la moralidad, que surge documentando cambios en la conducta moral
de pacientes con disfunción cerebral. Hay evidencia sistemática de que ciertas
regiones cerebrales como la corteza prefrontal
ventro medial, corteza prefrontal dorso
lateral, lóbulo temporal anterior, surco temporal superior, estructuras
límbicas y paralímbicas intervienen en la conducta moral de los individuos. Estudios de neuro imagen
funcional y estructural llevado a cabo en sicópatas han señalado anormalidades en casi todas estas regiones, lo
que nos permite deducir que el
comportamiento moral está directamente relacionado con esa masa de sustancia
gelatinosa que llamamos cerebro.
Damasio (1994), y Haidt (2003)
dan ejemplos de emociones morales (culpa, orgullo, vergüenza, empatía,
compasión, indignación).
Según Haidt, Moll et al,(2.003)
la conducta moral es provocada por disposiciones espontáneas implícitas y que
las emociones morales operan de forma
automática e inconsciente. Señalan que
la conducta moral es el resultado del equilibrio delicado entre la conducta
prosocial y altruista en un extremo y la conducta antisocial y egoísta en el
otro. Es decir la moralidad proviene de nuestra naturaleza animal, sé que
algunas personas se sienten mal clasificadas, en ese caso favor dirigir sus
quejas al señor Carl Linneo, quien seguramente estará ardiendo en las llamas de
los mismísimos infiernos.
Es importante ilustrar que
todo lo que pensamos, todo lo que
sentimos, todo lo que imaginamos, todo lo que decidimos, es decir todo lo que somos está en nuestro cerebro. Es
una conclusión a la que llegamos gracias a la neurociencia. Tampoco se puede
escapar de esta realidad lo que hemos
dado en llamar moralidad, esto no está en discusión, indudablemente
nuestras decisiones en el ámbito moral
están directamente relacionadas o mejor emanadas de nuestra naturaleza cerebral
y no dirigidas por entes inexistentes y mucho menos por libros denominados
sagrados, que habrán regido en tiempos remotos a sociedades atrasadas y que
rigen actualmente a mentes supersticiosas. La conducta moral por ser normas aceptadas por grupos sociales varía
hoy en día en el mundo entero pues son resultado de la actividad cultural, pero
eso nos debe llamar a la reflexión ya que
una sana convivencia debe existir bajo unos parámetros universales de
comportamiento y de respeto para con la
vida y la dignidad, personalmente no puedo aceptar que por diferencias
culturales deba aceptar que una mujer sea asesinada por adulterio en algún país
islámico o que se practique la ablasión del clítoris en mujeres para que no puedan
experimentar placer o que la discriminación de género o inclinación sexual sea
presentada como ejemplo de moralidad como lo presentan el procurador Ordoñez y el columnista jesuita
Alfonso Llano Escobar.
Desde mi perspectiva atea y respaldado por los hallazgos que nos permite la
neurociencia me atrevo a manifestar que
prefiero la conducta moral basada en el respeto a la sana convivencia entre los
individuos de una sociedad, que se rija por los principios de equidad y solidaridad y que busquen el bienestar del colectivo. Desecho la moral
basada en dogmas y supersticiones de cualquier tipo que son defendidas por
personas que sostienen en sus manos libros con historietas traídas de los
cabellos de lugares lejanos y de tiempos remotos y que no por lejanos y remotos son falsos si
no más bien por que salieron de mentes que considero enfermas.
Los ateos tenemos comportamientos
morales y somos susceptibles de cometer faltas, pero estoy seguro que una moral
atea, es decir basada en nuestra naturaleza es mil veces mejor que cualquier
modelo de moralidad supersticiosa.
Señor procurador señor columnista,
si ustedes se comunican con su dios eso puede ser fe, pero si su dios les
contesta eso se llama esquizofrenia.
Jumartinpescador.
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