Ateos sí, pero con razón

Ateos sí, pero con razón.

24 de Octubre de 2009

Por Martín pescador.

El raciocinio es una facultad del ser humano que le permite avanzar en el conocimiento, es un acto inteligente de la mente que avanza de lo conocido a lo desconocido, se apoya en verdades conocidas para obtener una nueva hasta ese momento desconocida.

Lo anterior me permite fortalecer la esperanza de vivir en una sociedad justa y digna, aunque a veces y no pocas lo confieso siento que tal vez nunca llegue a cumplirse.

Seguramente los hombres que impulsaron la ilustración en el siglo XVIII estuvieron alimentados por dicha esperanza, en ese momento la era de la Razón se tomaba el mundo, con esta herramienta se construiría un mundo que sepultaría la superstición, la ignorancia y la tiranía. Como consecuencia de esto se esperaba obtener un mundo mejor. Dicho movimiento intelectual se extendió por el mundo y modificó el arte, las ciencias y la sociedad.

Soñadores como Diderot, D’almbert, pensaron que educando a las gentes podrían arrasar con las injusticias y publicaron la enciclopedia con la intención de acabar de una vez por todas con las tiranías y el absolutismo, que se nutren de administrar pan y circo a los pueblos, para estos regímenes lo importante es mantener distraídos y ocupados a sus vasallos, casi como hoy. Conciertitos de rock al parque, partidos de fútbol que siempre dejan llorando a los que ingenuamente todavía creen en la selección, reinados con bellísimas señoritas novias muchas de ellas de los mafiosos de turno, etc. Otros genios mas se incorporaron a tan loable tarea Mostesquieu, Rousseau, Voltaire. Hoy todavía podemos consultar sus obras y entender sus valiosos aportes en pro de un cambio social.

Estos pensadores y muchos mas, deseaban acabar con el oscurantismo medieval que sumió a la humanidad en ignorancia, temor, injusticia, desdicha y sufrimiento, obviamente todo esto era consecuencia de las directrices tomadas por la sabiduría de la santa y asesina burocracia religiosa. El sueño de la ilustración era acabar con la supremacía y la dictadura de la ignorancia y permitir a la humanidad iluminar el camino de la vida con la luz del conocimiento, la ética y la verdad por medio del uso de la razón.

La experimentación fortaleció los resultados en las ciencias y se convirtió imprescindible su aplicación, los hechos pasados empezaron a ser documentados con rigor, surgieron nuevos pensadores que cuestionaron a la sociedad y a las formas de gobierno, trayendo esto como consecuencia la guerra de independencia de los estados unidos, la revolución francesa, la revolución industrial, la aparición del capitalismo y del socialismo. Realmente las ideas nos muestran que se puede transformar el mundo.

Surge la posibilidad de darle valor a lo mundano dejando en segundo plano las creencias y la idea de dios. La religión y sus instituciones comienzan a perder influencia en las sociedades, el ser humano pasa a ser lo mas importante, la secularización ya es imparable. Algunos osados manifiestan la posibilidad de la inexistencia de un dios, incluso sugieren que no hace falta. El agnosticismo surge y el ateísmo es formulado por algunas mentes brillantes que consideraban que se debía trabajar en pro del desarrollo y del progreso del ser humano dejando de lado toda creencia y superstición ya que aparte de ser innecesarias eran mas que perjudiciales.

¿Bueno y entonces que pasó ? Todo ese esfuerzo realizado por dignos representantes de la especie humana ¿ donde quedó ? Hoy vemos el resurgimiento y fortalecimiento de innumerables creencias religiosas y no religiosas que están basadas en lo que se supone iba ser vencido por el conocimiento (la ignorancia). Es desilusionante que en pleno siglo XXI el oscurantismo religioso y pseudocientífico se tome el mundo como lo venimos observando. ¿ Será que influye en algo la necesidad del dinero ?

A la pregunta central y no de poca importancia que formula ese gran gran compañero de viaje José Saramago de ¿ Qué putas andamos haciendo aquí ? la respuesta parece ser nada que valga la pena, es decir ni mierda. Estamos presos del sistema, un sistema impuesto por algunos que nos vendieron la idea de trabajar, trabajar y trabajar. En lugar de vivir, pensar y trabajar. ¿Trabajar para qué ? para pagar impuestos, para que no nos corten el agua, la luz, el teléfono, para pagar la escuela, un servicio mediocre de salud, el arriendo, los buses incluso hasta la entrada al cielo.¿ Eso será producto de la Razón ?, yo no lo creo, no lo puedo ver así. De ser así la razón debe estar loca, tenemos que internarla con especialistas psiquiátricos pero a la vez honestos humanistas, que vuelvan a colocar al ser humano y a la vida digna en el centro. Para que pueda surgir un hombre nuevo, un hombre capaz de vivir, pensar y trabajar para el colectivo, un hombre que conviva en paz y armonía con la naturaleza un hombre que pueda mirar al futuro de manera tranquila sabiendo de antemano que los que están por nacer tendrán la oportunidad de vivir de la mejor manera posible y que mejor manera sino es la de vivir con dignidad.

Entonces si algunos todavía no tienen claro de donde venimos y para donde vamos, ilústrense, tomen el ejemplo del siglo XVIII, de algo puede servir, pero preocúpense en verdad de que carajos estamos haciendo aquí.

La humanidad pasa ya de las 6.000 mil millones de almitas, casi todas ellas en desdicha, muy poquitas viven los lujos, comodidades y grandes excentricidades, no piensan y menos en trabajar. Otras muchas padecen de enfermedades que podrían llegar a ser controladas y erradicadas si la voluntad de las naciones poderosas lo quisieran, sería muy fácil desembolsar los recursos y dedicar los esfuerzos de los científicos en tan divina labor. Muchos seres humanos mueren de física hambre y lo único que podemos observar es la bendita caridad que apreta nuestros repletos estómagos y nos invita a expresar pobrecitos que pecadito. Pero seguimos trabajando, trabajando, trabajando.

¿ Qué sentido tiene una vida así ? ¿Estaremos usando la razón, seremos sensatos ?

Herederos de la ilustración usemos la razón, no dejemos de rechazar los pensamientos, las palabras y los hechos que hacen a un lado la dignidad de la vida. La imaginación dejémosla al servicio de la humanidad para beneficio de todos y luchemos contra esa imaginación lesiva de superstición e ignorancia que beneficia a unos pocos y que hace del mundo, nuestro mundo un lugar que fácilmente podemos llamar infierno.

Si tiene una respuesta religiosa, a la pregunta ¿ Qué estamos haciendo aquí ? lo invito a que haga el ejercicio de darle una respuesta razonable.

Es imperdonable que el oscurantismo y la ignorancia sigan apabullando la hermosa vida que el largo proceso evolutivo nos ha permitido, es un gran desperdicio de energía y trabajo natural. Dignifiquemos esta bella oportunidad aunque sepamos que inevitablemente el sol un día se apagará y las vidas que queden en ese entonces desaparecerán. Y nada habrá pasado en el universo, pues el seguirá y seguirá por los siglos de los siglos amén.

Pregunto a gritos ¿ divina razón dónde estás ?