Colombia país consagrado al
sagrado corazón de Jesús en el infortunado año de 1902 gracias al concurso del señor Bernardo
Herrera Restrepo obispo y arzobispo colombiano, (vaya que orgulloso me siento de
ser colombiano). En esa ocasión se pedía por el fin de la guerra de los mil días
en la iglesia del voto nacional. Bueno pero ¿Cuál es la importancia de tan
anhelada consagración o presea dorada? Ni más ni menos que un país consagrado a
tan divino corazón recibiría con toda seguridad muchas gracias divinas, bueno y
esto no lo digo yo, estas palabras textuales se las dijo el mismísimo chucho,
pero no el cura de hoy sino el propio, el de la cruz, aquel que fue clavado en
medio de dos políticos, que digo dos ladrones, oídos padre chucho que su patrón
sí estuvo acostumbrado a estar entre ladrones, no como usted, esas palabras se
las dijo a una santa llamada Margarita María Alacoque en una de esas pocas
apariciones fortuitas y misteriosas que suelen suceder muy de vez en cuando a
personajes que tildan de santos aunque en realidad lo que tengan es una tuerca
suelta, es decir padezcan una alteración en alguna parte de sus lóbulos
temporales cerebrales, en otras palabras “epilepsia” o tal vez esquizofrenia.
Bueno pero gracias a la tan
mentada consagración, nuestra patria ha recibido gran cantidad de bendiciones,
la guerra de los mil días terminó, gracias a dios; luego aparece la violencia
bipartidista en 1958, los movimientos insurgentes, la contrainsurgencia
estatal, las autodefensas, el narcotráfico, los paramilitares, la para
política, el genocidio, las masacres, los secuestros, las desapariciones, etc ,
etc, etc, guerra y más guerra y todo
esto bajo la bendición del sagrado corazón y la mirada tierna y maternal de la
santísima virgen María, recordada constantemente por el culibajito expresidente
. Vaya que beneficios nos trae esta divina presea y nos honra con personajes de
talla nacional e internacional.
Nadie señor chucho Orjuela puede
estar por encima de la ley, artículo 4
de la Constitución y dice ay ombe: Es deber de los nacionales y de los
extranjeros en Colombia acatar la Constitución y las leyes, y respetar y
obedecer a las autoridades.
Usted tiene derecho a creer en lo
que le dé la gana, la constitución se lo permite, dele gracias a ella: ARTICULO
16. Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad
sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden
jurídico.
Oído chucho también debe respetar
los derechos de los demás, es decir no hacer trancones, dejar dormir a los que quieren seguir soñando
el domingo mientras usted hace bulla, respeto ante todo señor cura. ¿Qué cura?
ARTICULO 18. Se garantiza la
libertad de conciencia. Nadie será molestado por razón de sus convicciones o
creencias ni compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia.
Como tampoco puede obligar a los
demás a escuchar sus canticos y su bailoteo cantinflesco un domingo de
madrugada, vea que eso es pecao.
ARTICULO 19. Se garantiza la
libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su
religión y a difundirla en forma individual o colectiva.
Pero allá en su lugar sagrado,
dentro de las instalaciones de sus palacetes religiosos llamados templos.
Todas las confesiones religiosas
e iglesias son igualmente libres ante la ley.
Me queda por decirle lastimosamente señor chucho que como
ciudadanos común y corrientes usted y yo debemos someternos a los dictados de
la constitución y las leyes. Usted como yo no somos de sangre azul, no tenemos
ancestros encumbrados en el poder, no tenemos apellidos influyentes de grandes
padres de la patria como Uribe, Santos, Turbay, Pastrana, Gaviria, López,
Rojas, Moreno, Nule, Barco, Michelsen, Samper, etc. Ellos si se pasan la ley
por la faja, ellos hacen las leyes, ellos nos marranean a su antojo, ellos se
ríen de frente pues amarran las elecciones pagando con puesticos y ganando con
contraticos, muchos han querido y aún quieren refundar la patria, una patria
DEMOCRATICA dicen, esa que busca que sus intereses personales estén por encima
de los intereses de los demás, como dios
manda, como debe ser. Mister chucho el concepto que usted tiene de dios es un
concepto más de tantos, dios no puede estar por encima de la ley pues se
convierte en delincuente, allá usted y él en su mundo fantasioso, pero aquí en
la tierra tanto usted como yo debemos respetar la constitución y la ley si
queremos pertenecer a los ciudadanos de bien.
Señor chucho usted está preso de
un fanatismo religioso que lo puede llevar a cometer graves errores, en este
momento usted es el ejemplo que no se debe seguir si queremos convivir en una
sociedad en paz. La intolerancia y el absolutismo que demuestra en sus por
demás absurdas declaraciones son ideas que encarnan el odio y la maldad que en
muchos pero muchos casos de la historia de la humanidad han conducido a no
pocas guerras, matanzas y genocidios.
No se olvide señor chucho la leyes
son para los de ruana, usted no es
sobrino de ningún monseñor ni obispo, ni papa ni yuca, ni senador ni
expresidente.
Ah una cosa bien importante, abra
los ojos. ¿Para qué le ha servido a Colombia estar consagrado al sagrado
corazón? Dios no existe, no sea pendejo.
Si sigue con su locura puede resultar que sus feligreses puedan ser maltratados
por las tortugas ninja, es decir por los escuadrones anti disturbios de la
policía, no sea necio ni se pase de víctima que no lo van a crucificar a no ser
que intervenga monseñor procurador Ordoñez. Usted nunca será un santo(s), ni yo tampoco.